Medio Oriente, Eurasia, África, Europa del Este, Son teatros de un desenlace encadenado de conflictos intercapitalistas por los mercados, el petróleo y los recursos estratégicos del planeta. Son guerras, o sub-guerras, con dos motivaciones centrales: Los negocios de los bancos y empresas capitalistas (que compiten por los mercados mundiales), y la supervivencia futura de las superpotencias del "nuevo orden" que compiten por el control del planeta. En un escenario de crisis capitalista global la resolución de estos frentes de conflicto, en uno solo, conducen a la tercera guerra mundial.
Dugin es un conocido experto en geopolítica. Nacido en una familia de militares rusos, a comienzos de los años 80 fue un disidente al sistema comunista en plena decadencia. Tras la desintegración de la URSS, fundó la asociación Arctogaia y el Centro de Estudios Meta Estratégicos, y luego las revistas Milyi Angel y Elementy.
Con un nuevo lote de muertes de civiles palestinos, la más reciente agresión israelí contra la franja de Gaza parece terminar al cabo de nuevas negociaciones en las que los agresores de siempre se presentan nuevamente como víctimas y cuentan con la “comprensión” de las potencias que –también nuevamente– adoptan la pose de “mediadores”. El escritor venezolano Javier Alexander Roa nos plantea una interrogante poco mencionada pero fundamental: ¿Hasta cuándo la causa palestina seguirá sirviendo de “modus vivendi”?
Israel arremete nuevamente contra la franja de Gaza y los medios de difusión internacionales transmiten imágenes de desolación. Pero el horror que inspiran esas imágenes de la nueva agresión israelí no debe impedirnos proceder al análisis del hecho y comprender sus objetivos. Thierry Meyssan responde a la interrogante.
Los medios de comunicación occidentales a coro han descrito el ataque israelí a Gaza como una operación contra el terrorismo por motivos de "defensa propia", en respuesta a los ataques con cohetes palestinos contra Israel.
Después de ocho días de muerte y destrucción en la Franja de Gaza y también de temor constante en Israel, el sonido de las explosiones de misiles ha enmudecido y solamente el persistente zumbido de los drones sobre territorio palestino sirve para advertir que el conflicto entre Israel y el movimiento Hamas no ha terminado y que las sirenas de ambulancias podrían interrumpir nuevamente la precaria paz en la región.
Indudablemente el mayor mérito del marxismo consistía en que utilizaba el “enfoque de clase”. Esa específica expresión define a la vez varias posturas intelectuales. En primer lugar se trata de la doctrina de la lucha de clases. Representa el fundamento y el nervio del marxismo. Según esta doctrina la humanidad cuya principal ocupación consiste en el intercambio de substancias con el medio que la rodea, se divide en grupos que juegan distintos papeles dentro de este intercambio. Se diferencian por su relación con el proceso de producción y el consumo de los bienes. En el marxismo las clases se definen estrictamente desde el punto de vista de la economía, de manera “materialista”.
A juzgar por todo, las élites estadounidenses se preparan para seguir aumentando la agresión militar y la escalada de los conflictos político-militares, que permiten desestabilizar la situación en el perímetro de sus competidores estratégicos (Eurozona, China, Japón, mundo islámico etc.) y provocar el traspaso del capital especulativo global al mercado financiero de los Estados Unidos y, en primer lugar, el mercado de la deuda estatal.